Enoturismo: el escenario ideal para construir la credibilidad de una bodega.
Según la definición aceptada por la Real Academia de la Lengua Española, el enoturismo es aquella modalidad de turismo basada en desplazamientos a entornos vinícolas, con el propósito de conocer, disfrutar y compartir experiencias en torno a la cultura del vino.
Esta actividad tradicional, pero de reciente institucionalización, dibuja en la actualidad un mercado que ha incrementado más del 200% en el último decenio y que ahora (2017) supera los 3.000.000 de visitantes y los 67 millones de euros.
El área del Penedés, con casi medio millón de visitantes anuales, es la segunda ruta del vino más visitada de España, y, a su vez, la zona con más servicios enoturísticos. Precisamente aquí se aúnan las bodegas, elemento fundamental en cualquier ruta del vino, con un gran número restaurantes, museos, alojamientos, comercios y enotecas, entre otros.
Diseñar la propuesta de enoturismo de una de las bodegas más relevantes del Penedés se volvió un desafío apasionante que empezamos a trabajar en el año 2009. La competencia era alta y atraer al visitante con una propuesta diferenciada se volvió fundamental.
La primera tarea que nos marcamos en LKC fue documentar el material que garantizaba la autenticidad de la bodega para poder construir un posicionamiento fuerte y creíble; y en ese mismo objetivo se encontraba la apuesta de la bodega por la sostenibilidad ambiental y la riqueza de su patrimonio natural. En ese sentido, decidimos dedicar una jornada a la semana a pasear con naturalistas por el entorno, documentando toda su biodiversidad.
Así pudimos realizar, por ejemplo, un cuaderno de viña en el que, inspirados en los cuadernos naturalistas del siglo XIX, el visitante volvía a casa con un libro que proporcionaba una mirada completa a lo que ocurría en el viñedo durante todo un año.
Para ejemplificar la estacionalidad de las visitas a bodegas, complementamos las tradicionales experiencias enoturísticas con actividades adaptadas a cada estación del año: un itinerario ornitológico para invierno, un paseo naturalista para conocer las orquídeas y otras flores de primavera, un recorrido en verano por el río para descubrir la biodiversidad de la zona o una excursión para recoger setas en otoño.
También creamos un nuevo concepto de actividades #lastminute, que se ofrecían una única vez en momentos determinados del año. Pensamos, por ejemplo, en pasar un día entero de vendimia conociendo las técnicas de viticultura, la maduración de las variedades o su tratamiento personalizado en su entrada en la bodega.
Para continuar construyendo la credibilidad de la marca, ayudamos a los guías de la bodega a mejorar el nivel de conocimiento del entorno con jornadas de formación; y propusimos incorporar un biólogo al equipo de enoturismo para incrementar el nivel de interlocución y profundidad con los visitantes.
Además, se promovió la firma de un acuerdo de custodia con la Sociedad Española de Ornitología (SEO-BirdLife) que dibujaba un escenario de compromiso y colaboración conjunta con el objetivo de investigar, proteger y promocionar la biodiversidad del lugar.
Hoy nuestra propuesta enoturística está ampliamente reconocida e incluso ha servido para promover la preservación de la biodiversidad en otras bodegas del Penedés.
Esperamos que esta vocación pronto sea compartida por muchos más elaboradores y la preservación de la biodiversidad deje de ser un atributo de unos pocos para pasar a convertirse en una reivindicación compartida por todos: residentes, empresas, instituciones y visitantes de la región.